Aquí te contamos algunas de sus utilidades:
Detectar cáncer.
Determinar si un cáncer se ha diseminado en el cuerpo.
Evaluar la eficacia de un plan de tratamiento, tal como la terapia de cáncer.
Determinar el retorno de un cáncer tras el tratamiento.
Determinar el flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco.
Determinar los efectos de un ataque cardíaco, o infarto del miocardio, en áreas del corazón.
Identificar áreas del músculo cardíaco que se beneficiarían mediante un procedimiento tal como angioplastia o cirugía de bypass coronario (en combinación con un estudio de perfusión miocárdica).
Evaluar anomalías cerebrales, tales como tumores, desórdenes de la memoria convulsiones y otros desórdenes del sistema central nervioso.
Esquematizar el cerebro humano normal y la función cardíaca.
Diana Finica
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