jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Crees que sería posible el transplante de cerebros?

Esto suena horrible para muchas personas, que no dudan en traer al presente los recuerdos de novelas como Frankenstein.Trasplantar un cerebro, mejor sería decir una cabeza completa, significaría tomar posesión de un cuerpo nuevo, poder manejarlo al antojo desde el viejo cerebro y desecharlo cuando comenzara a funcionar mal, momento en el que ya habría preparado otro de repuesto. Aunque algunas personas sigan pensando que los sentimientos residen en el corazón, la ciencia demostró hace mucho que el cerebro es la residencia de todas las capacidades cognitivas, de la conciencia y del ser.


El cerebro humano gobierna el resto del cuerpo a través de una red intrincada de millones de conexiones neuronales que habitan en la médula espinal. ¿Quién es el genio que será capaz de separar esas conexiones del cuerpo original para reconectarlas en otro nuevo?
 
El Doctor Robert J. White Unió luego la cabeza al cuerpo de otro mono inconsciente a través del hombro y el equipo quirúrgico esperó a que despertara. Al hacerlo, el simio se mantuvo consciente, era evidente que todas sus funciones craneales se mantenían intactas, podía ver, mover los ojos, la boca, seguramente todos sus sentidos funcionaban a la perfección, pero no poseía control del cuerpo al que estaba pegado, pues no fue posible ni siquiera conectar uno de los nervios a la médula espinal. 

No se trató de un experimento realizado a escondidas, pese a la mala sensación que dejó en gran parte del público, los resultados se publicaron en las más prestigiosas revistas científicas. La prensa marcó el resto de la carrera del doctor White para siempre refiriéndose a él como el verdadero Frankenstein 

No hay comentarios:

Publicar un comentario